Si estás leyendo esto es porque perteneces al grupo de personas que piensa que una celebración debe ser digna del recuerdo, sin duda todos los esfuerzos que hacemos, desde la comida, hasta confirmar la lista de invitados, hacen parte del momento de verdad en lo que desafortunadamente resalta lo que sale mal, de lo que hiciste para que todo se viera bien.
Lo más importante es estar convencido de lo que quieres, para quien lo quieres y en segundo lugar debes aprender a delegar, el evento no se te puede convertir en un motivo de estrés, de lo contrario ¿qué gracia tendría?. Involucra a más personas, amigos, familiares, todas las manos adicionales son bienvenidas.
Para experiencias más amplias posiblemente piensas en contratar personas que aparecen en internet “Especializadas” en otorgarte un servicio, sin embargo, allí debes tener especial cuidado, ya que la red entrega oportunidades infinitas tanto para las personas que trabajan por vocación, pero también por transacción.
Es importante que valides el nivel de responsabilidad y trayectoria de quien contratas, pues detrás de una cortina de un “precio bajo” se pueden encontrar un número significativo de brechas en calidad y servicio que pueden comprometer la armonía de tu evento y todo termine en un verdadero desastre.